Los idus de marzo. Un trágico acontecimiento, uno de los más famosos de la antigua Roma. Un evento que jacta, en retrospectiva, más de un significado simbólico, y que conduce a la reflexión sobre los escollos del poder y sobre los límites de la "buena gobernanza". En un tiempo de grave crisis económica, caracterizado por un repentino colapso de los valores -una vez- comunes y por la confianza en las instituciones, el cine, más de una vez, ha hecho salir afuera una voz del coro en favor de una revisión del llamado "poder constitutivo", legislativo o administrativo. Ahora, incluso George Clooney trata de exponer su punto de vista, con un proyecto que se ha pensado durante mucho tiempo y que ha esperado el momento adecuado para convertirse en realidad: "The Ides Of March". El título se refiere precisamente a la conspiración miserable que acabó con la vida de Cayo Julio César, 15 de marzo 44 a. C.por parte de Bruto y Casio. Un título, como ya mencionado, del valor simbólico y que encuentra, en un perfecto juegos de espejos, más de una colocación dentro de la trama de la película.
Se acercan las elecciones presidenciales, y el gobernador Mike Morris (George Clooney), intachable y progresista candidato democrático, se está preparando para los actos decisivos de la despiadada campaña electoral. De su staff forman parte un hombre de gran experiencia, Paul Zara (Philip Seymour Hoffman), capaz de coordinar todo a la perfección (alejado de las intrigas y escándalos que podrían arruinarle la imagen) y un ambicioso e idealista joven organizador de la oficina de prensa Stephen Meyers (Ryan Gosling). Stephen confía en su candidato, así como confía en un cierto recorrido político e idealista. La intervención del intrigante Tom Duffy (Paul Giamatti), coordinador de la campaña del candidato de la competencia, y de la insidiosa periodista Ida Horowicz (Marisa Tomei), insidiarán, sin embargo, en el joven la duda de lo que está bien y de lo que está mal, lícito o desleal, cuando se hace política a niveles altísimos. Decisiva será la intromisión, en su vida, de una joven y bella interna, Molly (Evan Rachel Wood), que desplomará muchas de sus convicciones ...
A seis años de la espléndida "Good Night, and Good Luck", George Clooney vuelve a enfrentarse al mundo de la política, esta vez cara a cara, entrando en los meandros de los juegos de poder, de las tácticas y de las estrategias de comunicación. "The Ides Of March" es una película complementaria, pero al mismo tiempo a las antípodas respecto a "Good Night, and Good Luck" en la película de 2005 era evidente una visión más optimista y confiada hacia el futuro, impulsado por la creencia de que el apoyo de un ideal y el poder de la palabra pudieran ser una herramienta necesaria y suficiente para hacer frente a un presente contradictorio y nebuloso. En "The Ides Of March", por el contrario, a prevalecer es la desilusión, la toma de consciencia del fracaso de los ideales y de un sistema de valores obsoleto frente al pragmatismo cínico que hace girar el mundo. La película de Clooney es un acto de acusación y condena que no se limita a ser un simple e insignificante "j'accuse" de anti-política: a salir con los huesos rotos, de hecho, es una entera sociedad en donde la mezquindad y las hipócritas maquinaciones de poder no son más que un fiel reflejo.
Si "The Ides Of March" deja este efecto, es precisamente porque es cine moral, correcto y apropiado de verdad : entonces nace espontánea una atmósfera que no nos recordabamos desde hace algún tiempo : "The Ides Of March" es quizá la película más política y necesaria para los tiempos en que vivimos, y también uno de los más valientes títulos off Hollywood (la película no está producida por una Major) en los últimos años. El término "política" por fin recupera todos sus matices, los más interesante, y no se puede hacer más la vista gorda. La parábola de Stephen Myers es lo más terrible y verosímil que pueda existir hoy en día en el mundo de la política internacional. En la historia, Clooney y Heslov (guionista) nunca tiran abiertamente en el mar de la superficialidad, del sensacionalismo, escenas madres (basta observar la salida de escena de un personaje y de cómo los dos tratan "púdicamente" esta ausencia). Sin embargo, "The Ides Of March" es una película despiadada, porque tiene el rigor y la lucidez necesaria para hacer frente a un tema espinoso, que no es fácil, pero que debe ser abordado de manera crítica.
Ninguno de los personajes de la última obra de Clooney parece salvarse de una deriva moral hacia el cinismo y la indiferencia. Ciertamente no Stephen Myers, quien afirma estar dispuesto a hacer cualquier cosa, siempre y cuando se pueda creer en la causa; y que la causa esté representada por una campaña política o por la supervivencia en cambio de lealtad y de lazos de amistad, poca importancia tiene. Y lo mismo vale para el gobernador Mike Morris, la encarnación de la esperanza para el futuro, y sin embargo, jodidamente similar a aquellos políticos de las bellas palabras y de los innumerables esqueletos en el armario. Un gran valor a la película lo da el extraordinario reparto, encabezado por un monumental Ryan Gosling, que confirma, una vez más, de ser uno de los mejores actores en circulación, protagonista absoluto de la escena desde el primero hasta el último minuto, actor sagaz de la mirada irónica que logra en la empresa ardua de robar el campo al divo George Clooney que se ha tallado para sí mismo un papel menor, cínico y distante respecto a aquellos tenidos en pasado, pero con un grande potencial dramático. Apoyado por "secundarios" excepcionales : a partir de Philiph Seymour Hoffman, a Paul Giamatti; de Jeffrey Wright, a Marisa Tomei, sin olvidar una bellísima y fantástica Evan Rachel Wood, fundamental en un momento crucial de la película que marca un cambio brusco de ritmo que en un cierto punto se hace mucho más apremiante.
El mundo descrito por George Clooney en "The Ides Of March" es un microcosmos en el que la opresión y el egoísmo son las reglas básicas de la supervivencia. No hay espacio para los remordimientos o emociones: incluso en las raras ocasiones en las que se advierte su presencia son destinados a desaparecer rápidamente."The Ides Of March" es por lo tanto, la historia crepuscular sobre la contemporaneidad, donde la dignidad, la moral y la lealtad han sido redimensionadas a simples y vacías palabras y no son más valores importantes de respetar. Originalmente basada en la obra teatral "Farragut North", "The Ides Of March" trasciende las fronteras entre teatro y cine presentando, simplemente, una gran historia con grandes actores. En resumen, un notable ejemplo de buen cine.
Clooney demuestra una vez más de conocer perfectamente la gramática cinematográfica, escogiendo un registro de estilo que coincide con la linealidad inexorable de la historia. Por lo tanto, "The Ides Of March" es una película hecha de grandes interpretaciones, de ideas y temáticas actuales e interesantes, de un aproche, en esencia, inteligente al medio cinematográfico, que intriga al espectador, pero no se contenta de introducir una idea o una visión en particular. La ambigüedad profunda de sus personajes está bien confeccionada y es absolutamente funcional a la historia y el final abierto a diferentes interpretaciones es simplemente un toque de clase que enriquece la obra, que no se pierde en la recta final como por desgracia sucede a menudo a tantas películas de género.
Valoración : 8/10
En dos palabras : Ambigüedad, seducción, pérdida de valores: el juego político se confunde con los juegos de poder, las certezas se desmoronan, los amigos se convierten en enemigos. George Clooney vuelve a dirigir después de cuatro años, un drama moral acerca de la importancia de la lealtad y de los valores y sobre la facilidad de perder los mismos en el camino del compromiso. Una obra completa, inteligente, bien escrita e interpretada aún mejor. Con esta película el actor/director/guionista consigue hablar de todos y de ninguno al mismo tiempo, sin saltarse una sola entre todas las personas que nos interesan, ni siquiera nosotros mismos. Absolutamente recomendable.
Estoy muy de acuerdo con tu reseña, es verdad, es quizá la pelicula más necesaria en estos tiempos políticos en donde la corrupción y las conspiraciones se ciernen entre tanto partido y duelos de poder.
ResponderEliminarMe ha gustado, aunque sentí que la historia pude ser más visceral de lo que es (lo he dicho ya un par de veces, y es que me quedó esa sensación). Luego el ritmo es bestial, tanto que se me hizo tan corta, cosa que no sé si fue un acierto o un desacierto. Pero el film resulta atractivo, en bastante dimensión; los actores y la banda sonora logran sobresalir, un Gosling de aplausos (que incluso lo sentí un poco mejor que en Drive, este es su papel del año) y un Clooney decisivo, agresivo, desafiante.
El guión esta muy bien y la dirección de Clooney muy acertada, y el final es bastante gratificante.
Hay uno que otro hueco argumental, no es redonda del todo, pero de todas maneras es altamente recomendable.
Tanti salutti. =)
Tomo nota :) Un placer conocer tu blog, me da pena no haberlo hecho antes pero como dice el refrán... más vale tarde que nunca :D
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