5 motivos para visionar esta película :
-...Por el grande Elia Suleiman que realiza una película semiautobiográfica, basada sobre todo en los diarios del padre del director, sigue los acontecimientos de la familia Suleiman en cuatro episodios distintos, todos fácilmente conectables, desde el 1948 con la rendición de la ciudad de Nazaret, hasta nuestros días. Elia Suleiman sin embargo, no nos cuenta la diáspora del Estado de Israel, sino nos lleva dentro de las casas de aquellos que fueron etiquetados como “Árabes israelíes”, aquellos palestinos que nunca abandonaron su tierra y que continúan todavía a vivir como extranjeros en su misma patria. La historia esta hecha de episodios que se repiten siempre igual en la vida de cada día: como beber el café de siempre al bar, la charla con los amigos, las discusiones entre vecinos, la pesca nocturna; hechos habituales que nos hacen entender como se puede vivir discretamente en una situación cuando se está siempre en equilibrio.
-...Por que la película en algunos momentos es absolutamente cómica, aunque si la política es narrada sólo a través de las imágenes de una televisión encendida, que nadie mira. No existe una lección para aprender viendo esta película, simplemente es de admirar como dos poblaciones con-vivan no obstante la (trivial) política mundial no logre encontrar una solución justa. Están presentes varios rasgos caracteríticos de la poesía cinematográfica de Suleiman como el nonsense y las ganas de encontrar la ironía en todas las cosas. En la película hay situaciones cómicas que, si nos ponemos a razonar suceden realmente, y hacen despuntar en los labios una sonrisa amarga, pero absolutamente divertida: basta imaginar el cañón de un tanque que os sigue aunque si estáis hablando al móvil. Simplemente genial!!.
-...Por que el protagonista absoluto de la película es el silencio, el silencio que el director ha llevado siempre con sí mismo en sus obras, porque considerado maravillosamente subversivo. Toda la relación entre Elia Suleiman (que en el último episodio, actúa interpretando a sí mismo) y la madre esta hecha sólo de gestos y miradas. El nivel del guión es evidentemente alto y cumple un óptimo trabajo en cada uno de los protagonistas. Los personajes cambian de hecho a través de las décadas, pero a mutar principalmente es el mundo alrededor de ellos: por otra parte si los soldados israelíes del 1948 disparan, aquellos del 2009 delante de una discoteca dan el toque de queda al ritmo de la "house music".
-...Por los actores, practicamente desconocidos a nosotros occidentales, pero que merecen plenamente un justo reconocimiento. Sin continuar a elogiar la interpretación de Elia Suleiman, igualmente intensa es la performance de Saleh Fuqua, que interpreta el padre di Elia, y que lleva en sus grandes ojos azules todo el dolor que esta guerra ha causado en la vida de los ciudadanos comunes. Fuertes aplausos también para Samar Qudha Tanus (madre de Elia)y Ayman Espanioli (Elia de Joven), actores sencillamente inolvidables.
-... Por que la fuerza de la película esta, en el saber involucrar al espectador con una historia privada y con personajes construidos con un humor mordaz, y en el saberlo llevar a través de la historia con rigor y lucidez. Y si añadimos alguna punta declaradamente surrealista, como en el momento cuando Elia Suleiman salta con pértiga sobre el muro de Gaza, es donde tenemos un claro ejenplo sobre como el cine, a menudo y de buena gana, sea capaz de explicar la realidad, y de recordarnos que para poder manifestar toda la rabia que probamos hacia la historia no sea necesaria una imputación. Momento memorable.
Valoración : 8.5/10
En dos palabras : Una película que es solamente cine en el sentido más profundo de la palabra, dejando que sean las imágenes a comunicar más de los pocos diálogos presentes en el óptimo guión. Testigo perfecto de como la sobriedad y la limitación de los medios pueden revelarse una maravillosa terapia para la creatividad. Absolutamente recomendable.
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